¡Hola!
Ha pasado un mes desde que empezó la aventura “EstalSalud”; y en este pequeño periodo ya he descubierto varios beneficios de compartir ideas y conocimientos. Entre otros, encontrarme con profesionales de la enfermería tan motivados como yo. Interaccionar, expresar, y como no, manifestarme a través de la escritura… totalmente terapéutico, las palabras tienen poderes mágicos.
Con todo, no puedo estar más contenta. Y siendo así, seguimos.
Hoy me gustaría hablar sobre el duelo. Especialmente para los fantásticos alumnos/as de Educación Infantil y de Integración Social, a los que imparto Primeros Auxilios y con los que trataremos el tema de soslayo.
Es un tema que me interesa especialmente. Me maravillo ante la vida y la muerte. Ante la fortaleza del ser humano y ante la capacidad de superar el dolor.
El duelo es un proceso doloroso. Es un camino que transcurre tras una pérdida importante. Como recuerda la Fundación Mario LoSantos del Campo, quien nada tiene, nada pierde. Por lo tanto, si perdemos es porque lo hemos tenido. He aquí un ancla de consuelo.
Todos y todas hemos pasado procesos de duelo. El duelo no sucede únicamente tras la muerte de un ser querido. Sucede también tras una separación o divorcio, tras el abandono de un hábito, tras un cambio laboral. Cuanta más implicación exista en esa relación, en ese hábito o en ese trabajo, mayor será el dolor de la pérdida.
En sí mismo, el duelo es un proceso curativo. Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra especializa en cuidados paliativos y experta en la muerte nos recuerda:
“El duelo es la intensa respuesta emocional al dolor de una pérdida. Es el reflejo de una conexión que se ha roto… es un viaje emocional, espiritual y psicológico a la curación. El poder del duelo es maravilloso… El duelo transforma el alma rota y herida, el alma que ya no desea levantarse por las mañanas, el alma que es incapaz de encontrar una razón para vivir, el alma que ha sufrido una pérdida increíble. El duelo posee el poder de curar”.
Pero a pesar de ello, aún sabiendo que el sufrimiento por la pérdida nos conduce al bienestar. Aún conociendo con detalle las etapas del duelo que detallaré a continuación, el duelo duele.
Conocí la existencia de Elisabeth Kübler-Ross estudiando enfermería. Descubrí un mundo tras investigaciones. La psiquiatra y escritora hablaba de la muerte como un camino hacia algún lugar. A mí personalmente me proporcionó bastante paz, al no ser creyente la muerte me producía un vacío desolador.
Kübler-Ross define cinco fases del duelo, voy a intentar simplificarlas:
Negación:
Dificultad para creer lo que está pasando. O lo que ya ha sucedido. Pensar que no es definitivo. Que esa relación se retomará, que al enfermedad diagnosticada es un error o que la situación es modificable, que estás viviendo una pesadilla de la cual despertarás.
Ira:
Rabia. Sensación de injusticia. Necesidad de culpar a alguien, de buscar culpables. Hacerse preguntas. ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que suceder así? Quizá si yo hubiera llegado antes no se habría producido el accidente, quizá aún seguiría vivo.
Negociación:
Intento de trueque. Si tú lo salvas yo subo a la montaña más alta del universo. Si me das otra oportunidad. En realidad, no es tan malo para mi, es la última. Seas o no creyente intentarás pactar con entes invisibles. Que esta situación cambie y yo me implicaré al máximo, a más no poder.
Depresión:
Desesperanza, tristeza, soledad, vacío. Profunda sensación de pérdida. Sentimiento de tierras removidas bajo tus pies. De tener que volver a construir el suelo que pisas.
Aceptación:
Su propio nombre lo indica. Entiendo que no puedo cambiarlo, lo acepto. No olvido. Pero lo asumo como parte de la vida, porque la vida supone múltiples pérdidas. Algunas parejas, algunos amigos/as, algunos hábitos, trabajos, pisos, animales queridos, lo que sucede es que algunas pérdidas duelen más que otras. Por suerte si llegas a esta etapa tienes mucho ganado.
Sobre todo ten en cuenta lo siguiente. Siempre que sientas que no puedes hacerlo, pide ayuda a un/a profesional. Todos necesitamos ayuda.
Sin quererlo me he alargado, es un tema muy interesante y lo que voy a contarte para acabar, me produce cierta simpatía.
A pesar de ser enfermera, a pesar de haber adorado la teoría de Kübler-Ross (no pronunciarás su nombre en vano). A pesar de haber estudiado cada una de sus fases. Cuando viví el duelo más doloroso de mi vida no sabía por dónde pillarlo, ni en qué fase estaba. No sabía si lo que sentía era normal ni qué vendría después. Así de curioso es el ser humano.
Espero que te haya resultado interesante. Un abrazo y gracias!
Lorena Del Estal
Instagram: estalsalud
Bibliografía:
- Colegio Oficial de Psicología Andalucía Occidental (2020): Covid-19: Guía para familiares en duelo.
http://www.infocoponline.es/pdf/GUIA_PARA_FAMILIARES_EN%20DUELO_GT%20Duelo.pdf
- Fundación Mario Losantos (2014): Guía del duelo adulto para profesionales sociosanitarios.
https://www.fundacionmlc.org/proyectos/psicologia-de-duelo/#publicaciones
- Kübler-Ross. E. y Kessler, D. (2016): Sobre el duelo y el dolor. Madrid: Ed. Luciérnaga
コメント